¿Sientes que tus párpados caídos o las bolsas te envejecen? ¿O que te dan un aspecto de cansancio?
La solución puede ser una blefaroplastia, con la que recuperarás la confianza y seguridad en tu mirada.
Pero antes de nada, ¿qué es una blefaroplastia? Es una cirugía en la que tiene lugar la resección de la piel, músculo y, de ser necesario, también grasa de los párpados, tanto superiores como inferiores.
¿El objetivo? Conseguir una mejora funcional y estética.
Se produce un rejuvenecimiento completo del área periocular, y puede realizarse tanto en los párpados superiores como inferiores:
- En los párpados superiores es una blefaroplastia superior. La finalidad es despejar la mirada eliminando el exceso de piel y grasa. ¿Cómo se realiza? Con una pequeña incisión que queda oculta en el surco natural de la piel y se cierra con puntos de sutura fijos.
- En los inferiores, es una blefaroplastia inferior. La finalidad es eliminar las bolsas mejorando la tensión del párpado. ¿Cómo se realiza? Se extirpa o reposiciona la grasa, y la incisión queda oculta en la parte interna. Si hubiese exceso de piel, la incisión se realiza debajo de las pestañas.
Para la cirugía, hay que aplicar anestesia local. La duración de la misma es de aproximadamente entre 40 y 60 minutos, y las marcas sobre el rostro son mínimas.
La blefaroplastia se puede combinar con otros procedimientos para complementar el rejuvenecimiento general de la mirada y del área periocular, como por ejemplo el resurfacing, que se realiza con láser inmediatamente después de la intervención.